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SOMOS JALIL PUBLICIDAD

NUESTRA EXPERIENCIA AL SERVICIO DE LAS MARCAS

En constante transformación a las nuevas formas,
somos un equipo que genera pasiones con un solo fin...
ser los mejores.

NUESTRA TRAYECTORIA
PROYECTADA AL FUTURO

LA VIGENCIA EN EL TIEMPO ESTÁ DADA POR LOS VALORES TRANSMITIDOS POR EL QUE FUE NUESTRO LÍDER Y FUNDADOR DE LA EMPRESA JORGE JALIL, CONTINUADOS POR UN EQUIPO QUE SIGUE SU EJEMPLO:
EXCELENCIA, PASIÓN, EFICACIA, Y RESPONSABILIDAD.

Un Staff de arquitectos, diseñadores, ingenieros en electrónica, pintores y herreros en constante capacitación y adaptación a las nuevas formas de una actualidad digital que trasciende fronteras, elimina distancias, cambia la percepción del tiempo, participando e interactuando con la comunidad global publicitaria, sosteniendo los principios del servicio constante, la agilidad en los procesos y la decisión rotunda de ser los mejores.

STAFF COMERCIAL

Arq. Viviana Jalil | Directora general
CPN. Maria Eugenia Pimpinato
| Gerente general
Solange Olloqui
| Gerente de ventas
Guillermina Larroquet
| Ejecutiva de cuentas
Gladys Pinzas
| Ejecutiva de cuentas
Diseñador Gonzalo Gardiner
| Comercial de diseño series
Arq. Norman Diez
| Comercial de diseño e imagen corporativa
Carlos Labrador
| Jefe de Fábrica

UN EQUIPO CONSOLIDADO EN LO COMERCIAL Y EN EL DISEÑO.

MÁS DE 75 AÑOS
HACIENDO PUBLICIDAD

HABLAR DE JALIL PUBLICIDAD, ES COMENZAR POR LA HISTORIA DE LA PUBLICIDAD EN LOS AÑOS 50 Y DE SU FUNDADOR JORGE JALIL UN APASIONADO DEL DIBUJO, EL ARTE Y LA COMUNICACIÓN.

Jalil comienza su trayectoria a los 22 años.

Su destreza en el dibujo, lo lleva a realizar carteles de cartón rotulados a mano para las vidrieras de las grandes tiendas de su ciudad natal, Mar del Plata. Un helado, un Mickey, una leyenda… todo a mano y sin duda con el dominio de poder realizar esa “familia de letras“ en la jerga de los letristas que se mostraba temática en función del producto y el momento del año, podían ser festivas, de Cow Boy, de cine, modernas o góticas, imprentas o cursivas.

No existían herramientas digitales.

Sin impresoras a color ni rotuladores, todo el proceso de la ejecución de un cartel, desde el boceto para mostrar al anunciante hasta la materialización del mismo se realizaba manualmente. Tintas, plumines, temperas y juegos de pistoletes para el diseño de curvas, eran las herramientas de la época para plasmar en escala lo que sería el gran anuncio a ser pintado con brochas y pinceles por un grupo de expertos letristas y retratistas montados en andamios.

Posteriormente en los años 60, donde la vanguardia del arte pop y su estética inspirada en la vida cotidiana invadía con los bienes de consumo los anuncios publicitarios, atento y visionario, rápidamente comprendió la incidencia de la publicidad en las acciones de venta y de trabajar en soledad, fue incorporando a otros colaboradores, creativos, dibujantes técnicos, herreros y electricistas, diversificando posibilidades y materiales.

Los mejores eran los elegidos por las grandes
marcas para anunciar en vía pública.

Solo personas con conocimiento de las tipografías y sus proporciones, del dibujo y del retrato estaban capacitados para ejercer acciones publicitarias destacadas en el espacio público.

La convocatoria estuvo abierta a todos los que poseían un talento para integrarla.

Las producciones se enviaban desde Mar del Plata hacia todas las provincias del país.

Estos carteles de gran formato se sucedieron en diversos lugares y puntos de país, con acciones publicitarias similares, en otro caso fue Zulma Faiad la vedette de moda del momento, vestida en traje de luces la que prendería el cartel. De esta manera la empresa conquista su posición dentro de la Vía Pública, y Jalil es convocado por otros medios de comunicación, televisivos y gráficos a contar su experiencia en un momento de auge de la publicidad en el mundo y en el espacio urbano.

El crecimiento fue rápido e importante, la firma Jalil Publicidad ya era conocida en el ámbito publicitario nacional.

La colocación de un gran cartel con movimiento de prismas triangulares “Trivisión” que ofrecía la posibilidad de tres imágenes en rotación fue construido por Jalil y colocado en la intersección de Callao y Sarmiento en Buenos Aires, primero en la Argentina, fue todo un acontecimiento urbano.

La empresa Nobleza Piccardo convocó a su modelo de la marquilla Viceroy a accionar el mecanismo de encendido montado en una grúa, en medio de la exclamación del público observador del nuevo artefacto.

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